El Despertar
Morena: gestación atractiva y complicada
José Agustín Ortiz Pinchetti
M
orena ha dado muestras de vitalidad: en un fin de semana organizó las cuatro asambleas que faltaban para completar las 20 que exige la ley como requisito para registrar a un partido. Es interesante contrastar su gestación con la de los tres partidos mayores.
El PRI nace en 1929 por decisión del general Calles, quien logró un acuerdo con jefes políticos y militares que representaban a más de 120 agrupaciones en el país. El asesinato de Álvaro Obregón, el caudillo mayor, sacudió a los
herederos de la revolución. Fue una hazaña unificarlos y hacerla perdurar más de 70 años.
Con Lázaro Cárdenas el partido fue instrumento de la reforma social y el nacionalismo. Pero ni él, Calles y sus sucesores cumplieron la propuesta democrática. Veinte años después de su fundación pudo constatarse que las difusas metas de la revolución se habían abandonado (Daniel Cosío Villegas, La crisis de México, 1948).
El PAN surge en 1939 como reacción a lo que un grupo de católicos, liberales, maderistas y conservadores consideraban excesos socializantes de Cárdenas. Se hizo respetable por defender la democracia, pero no tuvo vocación de poder. Perseveró 50 años hasta que sus líderes pactaron con Carlos Salinas, quien les permitió crecer. En 2000, gracias al apoyo de la oligarquía y al repudio contra el PRI, llegaron a la Presidencia. Gobernaron muy mal y pavimentaron el regreso de aquellos a quienes consideraban enemigos históricos. Se quebraron por dentro al corromperse y traicionar sus ideales.
El PRD surge en 1989 después del fraude electoral que le arrebató la Presidencia a Cuauhtémoc Cárdenas. Su integración fue difícil: se asociaron un núcleo de ex priístas de izquierda (Cárdenas, Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez, entre otros) con agrupaciones de orientación marxista. El coctel derivó en corrientes que formaron una confederación. AMLO reorganizó el partido en 1996 y lo llevó a ganar la capital en 1997 y 2000, y la Presidencia en 2006, pero los panistas, presionados por la oligarquía y asociados con Elba Esther Gordillo, le arrebataron el triunfo.
Morena creció y obtuvo su autonomía en un proceso de más de nueve años bajo el liderazgo de AMLO. Se extiende en toda la República y es una organización más moderna que sus rivales, porque está basada en comunidades democráticas donde se elige de modo directo a los directivos y se debilita un poco el poder de los mandamases. Sus peores desafíos no sólo son los grupos de interés y el viejo régimen, sino la cultura del fraude y el agandalle. Emerge respetando la ley y los procesos democráticos. Despierta esperanza en millones tanto por su capacidad organizativa como por su congruencia ética.
Twitter: @ortizpinchetti